miércoles, 21 de agosto de 2013

El roble del Bocal

En  El Bocal (Navarra), el lugar de nacimiento del canal imperial de Aragón, se puede admirar uno de los robles más espectaculares de nuestra geografía.
Lo que más me llamó la atención de este árbol (monumento nacional desde el año 1991) fué su porte monumental, su copa y, sobre todo, su tronco perfecto que no es interrumpido por ninguna rama hasta los 9 metros de altura.







Mis Adeniums

Una planta alucinante, qué gozada la floración en mi terraza.





Y el aspecto sin hojas (y en el interior, al resguardo de las bajas temperaturas) que tenían este invierno durante el cual no fueron regados ni una sola vez.

La sabina de Villamayor

Cerca de Zaragoza, en Villamayor de Gállego, he podido contemplar uno de los ejemplares más famosos de Sabina Albar de toda España.
Este árbol venerable, que según algunos podría sobrepasar los 2000 años de edad, es uno de los pocos árboles herederos de ese bosque típico mediterráneo de época romana, que cubría los hoy desertizados Monegros (la construcción de la Armada Invencible, acabó con estos "Montes negros" dejando una tierra árida como pocas) y ahora permanece enhiesto al sol y a la sequía, testigo mudo del incomprensible vaivén de la historia.




sábado, 2 de marzo de 2013

Pecera de bola en un monasterio zen de los años 50

Fijáos en este vídeo que muestra la vida en un monasterio zen japonés de los años 50. Me llamó mucho la atención, al final del documental, la parte en la que aparecen los monjes en sus horas de asueto (fumando, que eso hoy en día es impensable).
La razón por la que cuelgo este vídeo en el blog, es porque si os fijáis, en estos momentos de fumeteo y charla, uno de los monjes se acerca a la jaula del pájaro y al lado aparece una mini pecera de bola. ¡Sí! Una pecera de bola con peces en un monasterio zen. Los monjes del Soji-ji, también cuidaban de peces, no se llega a ver qué tipo de peces, pero imagino que sería algún goldfish que cuando creciese cambiarían al estanque, o no...quién sabe. Viendo estas imágenes a uno le vienen a la cabeza la cantidad de avances que ha habido en los últimos años en el mundo de la Acuariofilia.
Supongo que si el vídeo fuese actual (aparte por supuesto de no salir fumando), a los monjes les pegaría más un Iwagumi al estilo de sus Kare sansui o jardines secos, o quizá un hardscape al estilo de los de ADG con un cardumen de tetras...pero estamos en los años 50 y lo que hay es lo que hay.

Nuevo diseño en mi Fluval Spec

Como me sobraban algunas raíces rojas y varias anubias nanas de otra composición que hice, decidí cambiar el diseño de mi nano acuario para darles más protagonismo a las gambas sakura, evitándoles los inconvenientes del co2, fertilizantes y demás historias del plantado.
Cambié la pantalla de 11w, por la iluminación led que venía en el kit, y después de eliminar un poco de sustrato, afiancé las anubias en las maderas, añadí un poco de flame moss para las crías y procedí al llenado.
El resultado fué éste: un gambario sin complicaciones, sin renunciar a la armonía y la belleza de la composición.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Árboles de Aragón

Un libro absolutamente recomendable para todos los amantes de los árboles que quieran localizar ejemplares de árboles centenarios por tierras aragonesas, es el manual: Árboles de Aragón.Guía de árboles monumentales y singulares de Aragón. VV.AA. Prames, 2000.
En dicho libro aparecen clasificados por familias y localización geográfica (Zaragoza, Huesca o Teruel), algunos de los árboles más importantes que siguen en pié después de siglos y siglos de desvelos, en los campos, urbes y rincones más o menos escondidos de la geografía aragonesa.
Olivos, sequoyas (sí, sequoyas: una en Zaragoza, otra en Huesca y otra en Teruel), pinos...y otros muchos ejemplares desfilan por sus páginas y aguardan nuestra visita (una de las virtudes de este libro es su minuciosidad a la hora de situar cada uno de los árboles).
Un libro realizado con mucho cariño y dedicación y que pretende dejar constancia para generaciones venideras de un tesoro para muchos desconocido: los árboles monumentales de Aragón


miércoles, 12 de diciembre de 2012

Libros sobre árboles de Thomas Pakenham

Thomas Pakenham es un historiador militar anglo irlandés que también posee el título nobiliar de Earl (algo así como conde, aunque parece que ha renunciado a él) y que en los últimos años ha escrito numerosos libros sobre árboles singulares e incluso ha comenzado a cultivarlos en los terrenos de su familia en Irlanda.
Su primer libro sobre árboles singulares, titulado Meetings with remarkable trees, fué un best seller y cuando se publicó en 1996 alcanzó la friolera de 200.000 ejemplares vendidos, muchos más que cualquiera de los libros que había escrito hasta entonces sobre Historia militar.
En este primer libro, Thomas Pakenham analizaba con magníficas fotografías 60 de los árboles más emblemáticos de Inglaterra e Irlanda. El éxito de este libro creo que se explica fácilmente teniendo en cuenta lo innovador de la propuesta (apenas hay libros dedicados a viejos árboles) y el modo de plantearlo (la presentación está muy cuidada con excelentes fotografías -algunas a doble página-, apoyo en citas literarias encabezando los capítulos, referencias históricas de los árboles, curiosidades...). En fin, un libro destinado al gran público y que logra transmitir esa pasión que el autor siente por los árboles.

Su segundo libro, Remarkable trees of the world (traducido al español por la editorial Blume) fué otro gran éxito de ventas y a estos dos libros sobre árboles les sucedieron otros: In search of remarkable trees, The remarkable baobab...y algún título más, que ha contribuído a llenar esa laguna que había en el tema de los árboles monumentales y que esperemos que tenga algún eco en posteriores autores/libros sobre árboles.

Lo que a mí me gusta de los libros de Pakenham es que se nota que están escritos por un apasionado de los árboles y que no se anda por las ramas con clasificaciones botánicas y descripciones científicas. Este último aspecto, que a muchos eruditos les parecerá algo reprochable, a mí me encanta porque pone a disposición del gran público la vida y la historia de estos gigantes centenarios desde un punto de vista amateur y logra que te enganches.
Por otro lado, quizá peca de demasiado subjetivo, ya que únicamente retrata los árboles que más le llaman la atención a él a traves de sus viajes...y algo de enfoque científico  no estaría mal, pero sus libros siguen siendo extraordinarios.

Los libros de Thomas Pakenham, ocupan un lugar muy especial en  mi biblioteca

Los goldfish: no tan fáciles de cuidar

A pesar de ser uno de los peces más comunes entre los aficionados que comienzan en el hobby, el goldfish o carassius auratus, no es para nada un pez fácil (sobretodo las variedades de nado lento como Ranchus, Ryukins...).
Necesita un acuario amplio (40 litros de agua por ejemplar para los carassius adultos de nado lento -Fantail, Oranda, Ryukin, Rachu, Telecopio...- y 80 litros de agua por ejemplar para los carassius adultos de nado rápido -Común, Cometa, Shubunkin...-) además de una potente filtración ( al menos 5 veces el volumen del acuario). También necesita una alimentación variada alternando las escamas con papillas caseras y alimentos vegetales como los guisantes, la lechuga o el alga espirulina (yo a los míos les daba habitualmente espirulina y les encantaba)
Los cambios de agua deben ser semanales y de al menos un tercio del volumen del acuario, la gravilla ni demasiado grande ni demasiado pequeña (el atragantamiento es una de las causas de muerte más comunes entre los goldfish) y si tienes pensado meter plantas, mejor optar por las variedades más duras como las anubias o las vallisnerias, porque los gorditos las acabarán mordisqueando.
Aún así, y tomando todas las precauciones del mundo, si te has encaprichado en mantener variedades más o menos exóticas de goldfish, tarde o temprano te llevarás un susto: que si el dichoso punto blanco, que si ahora tiene hidropesia, escamas levantadas, que si no controla su nado y acaba flotando (la archiconocida inflamación de la vegiga natatoria), tumores, puntos rojos, úlceras, hongos...En fin, que son peces delicados pese a lo que muchas personas piensan y si tienes tu primer acuario y encima es de reducidas dimensiones, mejor montarse un comunitario de tropicales que queda la mar de bien.

Si tienes sitio y puedes proveerles de todos los cuidados necesarios, mucho ánimo, el carassius es un pez fascinante y uno de los más decorativos y que más impresiona a la gente (no en vano, en el Extremo Oriente realizan hasta concursos de belleza de estos peces y, además, ver un ejemplar adulto de Ranchu, por ejemplo, es una experiencia estética inolvidable, el problema es que en España es dificil conseguir ejemplares de calidad)
Sea como fuere, yo los he tenido, los he disfrutado y los he sufrido. Os dejo una foto de un Oranda chulísimo con una úlcera que pillamos demasiado tarde y terminó con su vida, pese a los tratamientos:
La boina de los Orandas es una fuente constante de infecciones y hay que tener mucho cuidado con ellos


martes, 11 de diciembre de 2012

El arte topiario

El vocablo "topiario" proviene del latín "topiarius", palabra que designaba al colectivo de personas que en la antigua Roma se dedicaban a cuidar de los jardines. Precisamente es allí donde se encuentra el origen de lo que se ha dado en llamar arte topiario. Y ¿qué es el arte topiario? La topiaria o arte topiario es el arte de dar forma a través de podas a arbustos de hoja perenne con un crecimiento muy compacto (tejos, aligustres, loniveras, bojs, pitosporos, acebos...) o tamnién árboles de crecimiento muy compacto como el ciprés. Dichas formas pueden ser geométricas, abstractas, naturalistas u oníricas: el límite está en la imaginación del jardinero (y en los condicionantes técnicos, ya que no todo es posible)
En Roma ya era muy admirado este tipo de jardinería y en el Renacimiento, volvieron a estar en boga las imaginativas creaciones del arte topiario. A muchos quizá nos vengan a la cabeza los diseños del jardín de Versalles, los jardines del palacio Real de Felipe V o, sin ir más lejos, la película de Eduardo Manostijeras. La verdad es que es un concepto de jardinería muy  a la occidental, muy de encorsetar y dividir la naturaleza, pero tiene sus atractivos (aunque un amante de los jardines japoneses, y de dejar ser a la naturaleza, quizá no estaría muy convencido de la belleza de estos diseños que en muchos casos no pasan de ser pintorescos)
Queden las fotos como ejemplo: