Esta composición floral difiere estéticamente de la occidental y su caracter efímero (paso del tiempo, expresado en el marchitarse de sus flores) hace que el ikebana también esté muy presente en la vida espiritual nipona (en la ceremonia del té o en los dojos de meditación zen, suelen encontrarse magníficos ikebanas expuestos)
Suele utilizar, flores, tallos, hojas, frutos y madera muerta para expresar normalmente la comunión con las estaciones en el propio hogar (las plantas expuestas, suelen ser estacionales) y se expone sobre un Kenzan (soporte con púas en el que se clavan los tallos, flores y ramas para mantenerlos enhiestos) que se deposita en un recipiente con agua para alargar la vida de las plantas.
Frente al horror vacui del arreglo floral occidental, el ikebana se decanta por la austeridad, la pobreza, la asimetría, el minimalismo...rasgos que encajan a la perfección con su concepción estética (wabi, sabi, shibumi o shibusa)
Si alguno/a estáis interesado/a, hay un libro introductorio que os puede servir. Se titula "Ikebana: arte floral japonés" y es de Rikako Yano.
Por si os interesa, también os dejo el enlace de la asociación española de Ikebana:
ikebanaspain.blogspot.com/
