Esta planta suculenta de África del Sur, se caracteriza por tener únicamente dos hojas carnosas con forma de cilindro (vistas desde arriba parecen las pezuñas de un animal) que en otoño se separan levemente para dar a luz a una bonita flor parecida a las margaritas, y en invierno cambian la camisa (de donde ha nacido la flor, surge un nuevo lithops pequeñito que se va comiendo al padre) para renovarse y comenzar el ciclo de nuevo.
Si te pica la curiosidad, te recomiendo que empieces con las especies más comunes (las más fáciles de encontrar en las superficies comerciales, como los lithops Leslie por ejemplo, que también son de los más sencillos de mantener) y si te sigue gustando, tranquilo: hay gente que mantiene en sus terrazas más de 100 especies de lithops (como ocupan poco espacio)
Por cierto la palabra Lithops se usa indistintamente para singular y para plural.
Os voy a intentar resumir los cuidados que debéis tener con ellos (ánimo que ya veréis como con un poco de práctica se cuidan solos):
Nada más comprarlos quizá os surja la duda de si debéis trasplantarlos porque vienen en una maceta pequeñísima. El consejo que os darán en cualquier lado es que a no ser que la planta esté en malísimas condiciones y requiera un transplante urgente, os esperéis a que termine de cambiar la camisa por completo (es decir, a primavera).
A la hora de trasplantar debéis elegir una maceta alta/profunda ya que el lithops tiene muchas raíces (yo uso las que venden en las tiendas de cultivo de marihuana; unas negras muy altas y pequeñitas-en la foto de abajo que están los lihops juntos veréis cual es). Respecto al sustrato hay muchas alternativas: hay gente que usa sustratos inertes (por ejemplo gravilla de acuario o fibra de coco solamente) y hay gente que mezcla el sustrato inerte con un poco de sustrato nutritivo (lo importante es que drene bien ya que el lithops no te perdonará si te pasas regándolo)
Y es que lo más importante con los lithops, además de proporcionarles al menos unas 8 horas de luz, y protegerlos de las heladas, es NO PASARTE CON EL RIEGO (es lo único verdaderamente importante a tener en cuenta)
Es de vital importancia no regarlos nada en invierno hasta que se haya finalizado el cambio de camisa. A partir de aquí, un riego ligero al mes como mucho y en verano no regar nada, si me apuras pulverizar un poco sobre las plantas. Cuando las temperaturas empiecen a bajar, a finales de verano, principios de otoño, empiezas a regar de nuevo (un riego ligero al mes) hasta que florezcan y cuando la flor se marchite y empiecen a cambiar la camisa, dejamos de regar por completo y el ciclo se repite otro año más.
Si sigues estos consejos es probable que te hagas viejo y tus descendientes sigan disfrutando de los lithops ya que esta planta puede durar más de 50 años.
Diferentes variedades de Lithops adultos |
Lithops cambiando la camisa |
Algunos de mis lithops en las macetitas que os comentaba que al ser de perfil cuadrado, permiten tener más palntas y agruparlas mejor |
Mis lithops floreciendo en el balcón |